Cardo mariano: Planta bianual de hasta 1,5 m, con tallo ramoso y hojas grandes, espinosas, brillantes y salpicadas de manchas blanco-lechosas. Capítulos terminales grandes (3-8 cm), con brácteas espinosas muy lacerantes. Flores tubulosas de color púrpura. Aquenios negros y brillantes provistos de vilano.
Pocas plantas, posiblemente ninguna, es más eficaz para los trastornos hepáticos, y en concreto en los casos de padecer hepatitis, como el cardo mariano. En ensayos clínicos se ha podido demostrar que la toma diaria de cardo mariano, asegurando una ingesta equivalente de unos 500 mg/día de silimarina, que es un flavolignano integrado a su vez por silibina, silidianina, etc, conducía a una mejora de los indicadores de sufrimiento del hígado
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